Pueblecito encantador en medio de un paraje formidable bajo la mirada de la Sierra del Montsant, la Gritella y las Montañas de Prades.

De casas y calles adoquinadas, donde destacan los restos de la fortaleza musulmana, situadas a la entrada del pueblo, y la iglesia románica de Santa Maria.

El castillo árabe, un establecimiento militar construido en el siglo IX como centro de control. Perteneciente a un amplio territorio bajo el dominio musulman y situada estratégicamente, esta fortificación cerraba el paso al casco urbano.

El Salto de la Reina Mora es un risco conocido con este nombre dada la leyenda de Abdelazia, hija del Valí de Siurana, que al llegar las tropas cristianas prefirió saltar al abismo del risco con su caballo que caer en manos enemigas.

 

Solicitar información